Fue lo que se conoció como el Dust Bowl, el Cuenco de Polvo.
Durante varios años las lluvias escasearon y las tormentas de polvo convirtieron el antes fértil paisaje en un arenoso desierto donde ni cultivos ni ganados podían sobrevivir.
En este documental se muestran las terribles repercusiones que tuvo para la población. Y también que no ocurrió por causas naturales, sino que fuimos nosotros mismos los que provocamos esa catástrofe.
Desgraciadamente es una lección que no se ha aprendido tanto por los políticos como por los capitales ligados a ellos. Vemos aprobación de proyectos que el único objetivo es el dinero sin importar las consecuencias.
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